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Celebrando el Mes de la Historia de las Mujeres y el Día de la Mujer, estamos compartiendo las historias de cuatro mujeres argentinas que trabajan activamente por el avance de las mujeres, y han participado en programas de intercambio de la Embajada.

Soledad Planes
Por Morgan Swanson

Soledad Planes promueve el cambio de las percepciones sobre igualdad de género, de a una persona por vez. Ser activista por la igualdad de género no es parte de su trabajo—  Soledad es jefa de Gabinete en la Unidad de Análisis y Seguimiento de la Opinión Pública, que reporta al jefe de Gabinete del gobierno nacional— sino más bien es parte de su esencia como persona. Nos reunimos una mañana en un café de Palermo. Soledad llegó más temprano para leer las noticias y organizar sus pensamientos. Cuando llegué, ya había terminado su café y estaba lista para contarme sobre su pasión.

Soledad describió la desigualdad de género como el “elefante en la habitación” que la sociedad argentina necesita enfrentar. “No se trata solamente de aprobar alguna ley”, planteó Soledad, sino “de cambiar formas de pensar”.

Para eso, Soledad tiene dos objetivos claros. En primer lugar, alentar a las mujeres a seguir avanzando en sus carreras, independientemente de “techos” o barreras.  Como ella lo explica, si su generación no se mantiene profesionalmente activa, las próximas generaciones enfrentarán los mismos obstáculos una y otra vez. En segundo lugar, Soledad desea destacar que una sociedad con igualdad de género es beneficiosa para todos. Ella ha observado que existe una idea equivocada y contraproducente de que este es un tema que sólo incumbe a las mujeres y que los hombres son “los enemigos” en esta lucha. “Si se concibe la cuestión en términos de mujeres contra hombres, todos pierden,” aseveró.   “Los hombres deberían ser aliados porque todos se benefician de una sociedad con igualdad de género”.

La pasión de Soledad se basa en la experiencia personal de sus tiempos de estudiante y a comienzos de su carrera. Creció en San Miguel, provincia de Buenos Aires y cursó la escuela primaria y secundaria en escuelas católicas de mujeres. Posteriormente, se recibió de licenciada en Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Argentina. En su primer empleo para el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, vio mujeres renunciar a su trabajo para formar su familia y observó que aquellas que retomaban su carrera tendían a tener menor influencia. Soledad comenzó a sentirse desilusionada por el hecho que las mujeres jóvenes sintieran que tenían que elegir entre formar una familia y continuar su carrera.

Soledad no parece ser el tipo de personas que detecta un problema y no trata de resolverlo. Por el contrario, al finalizar su maestría en Marketing, Consultoría y Comunicación Política en la Universidad de Santiago de Compostela, escribió su tesis  sobre oportunidades y barreras para el acceso de las mujeres a los cargos públicos electivos. Soledad descubrió que el tema le resultaba al mismo tiempo fascinante y desalentador.

En Argentina existe un cupo femenino del 30% en el Congreso, destaca Soledad, si bien observa que la cantidad de mujeres electas normalmente no supera esa cifra, y que las mujeres no ocupan muchos cargos de poder en el Congreso. Argentina no tuvo su primera gobernadora mujer sino hasta 2007 y actualmente, sólo 5 de 24 gobernadores provinciales son mujeres. Soledad también observa que durante las entrevistas laborales todavía se le pregunta a las mujeres si está en sus planes tener hijos.

Soledad está comprometida a tartar estas cuestiones de a una persona por vez. Las medidas extremas no son siempre la mejor manera de abordar las cosas, me dijo, porque hablar fuerte puede no lograr que nos escuchen atentamente. En su lugar, ella alentaría a las mujeres, y a los hombres también, a expresar sus opiniones en el trabajo, por ejemplo, si notan que las mujeres no son incluidas. Es necesario compatir el tema con nuestros amigos y tratar de ser un ejemplo para la próxima generación.

Por su parte, Soledad trabaja como voluntaria en un programa del Ministerio de Desarrollo Social denominado: “Ellas Hacen”.  Este programa ayuda a las mujeres a superar la adversidad para terminar sus estudios universitarios. Soledad también trabaja como profesora de posgrado y ha tratado la cuestión de la desigualdad en foros académicos.

Su labor no ha pasado desapercibida. Le valió la nominación para participar del “Programa de Liderazgo para Visitantes Internacionales” (IVLP) en 2016, que  describe como una oportunidad “espectacular” para conocer cómo funciona la economía y la política en los Estados Unidos, y conocer a otros jóvenes líderes de diversas partes de la Argentina, con visiones políticas bien diversas. Ahora Soledad tiene amigos de todo el espectro político, quienes se pueden conectar en torno a intereses, preocupaciones e inquietudes comunes relacionadas con la sociedad y la política argentina.

En el futuro, Soledad espera seguir promoviendo el cambio y la igualdad de género en el sector público. Con diez años de experiencia en su haber, Soledad ha tenido un excelente comienzo y estamos seguros de que tendrá éxito. Se “puede plantar la semilla de una idea a nivel del suelo” “y finalmente crecerá hasta la cima”, concluyó Soledad.